Ejercicio de respiración purificante para limpiar y dejar fluir la energía

A nivel físico, un elevado porcentaje de las toxinas que acumula nuestro cuerpo se eliminan a través de la respiración. Si tenemos una respiración superficial, estarán quedando bastantes residuos en nuestro organismo cada día, lo que con el tiempo lo puede ir debilitando, acidificando y envejeciendo más rápido de lo que lo haría con unas adecuadas prácticas respiratorias. Además, la respiración superficial desequilibra el flujo de energía normal, pudiendo bloquearlo, lo que nos causará a medio plazo ansiedad, estrés o malestar psíquico.
La energía universal ha recibido variados nombres a lo largo de la historia: Prana en la India, Chi en China, Ki en Japón, Lung en el Tíbet... una de las maneras privilegiadas de expandirla para armonizar cuerpo y mente han sido los ejercicios respiratorios.
Un ejemplo de tales ejercicios es este sobre la respiración limpiadora o purificante, que consigue  incrementar tu capacidad pulmonar y mejorar de manera espectacular la eliminación de toxinas, favoreciendo además el equilibrio mental y la entrada en un agradable estado alfa de relajación. Una vez aprendido, puedes variarlo a tu gusto. Un ejemplo de cómo empezar a practicar es el siguiente:
1º. Resérvate unos 10-15 minutos para ti, exclusivamente para realizar con calma este saludable ejercicio. Adopta una postura cómoda para ti, que te permita respirar libremente.
2º. Cierra los ojos y dirige tu atención unos momentos a tu propio ritmo respiratorio, sin forzarlo ni cambiarlo.
3º. Cuando quieras, empieza a inspirar por la nariz de forma más suave, tranquila y profunda… exhala por la boca o por la nariz con calma, despacio, hasta vaciar tus pulmones completamente.
4º. Ahora, intenta hacer tus respiraciones cada vez más lentas y más profundas.
5º. Empieza a visualizar o imaginar que cada vez que inspiras, estás inhalando luz, una energía pura que se expande por todo tu cuerpo, del color o colores que prefieras hoy. Al exhalar, imagina o visualiza que estás eliminando todo lo negativo (ansiedad, toxinas, malestar, dolores...) en forma de un humo o luz gris o marrón. Mantén la respiración 10-15 minutos, imaginando que al expirar el aire va saliendo cada vez más limpio, a medida que te purificas. Cuando lo desees, poco a poco abre los ojos y regresa.
6º. Lo ideal es repetirlo al menos 1-2 veces al día.
Prueba esta respiración durante una semana o dos y verás los cambios notables en el cuerpo y la mente que aparecerán en tu vida. Cómo respiramos es muy importante, ya que sabemos que trabajando conscientemente la respiración podemos cambiar nuestro estado de ánimo, el estado de nuestra mente y nuestras emociones. Kabat Zinn, fundador de la Clínica de Reducción de Estrés de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, dice que la respiración es un tesoro que tenemos delante de nuestras narices y que podemos reaprender a manejarlo fácilmente, lo que traerá muy variados beneficios a nuestras vidas.

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