Qué esperar de una buena terapia

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA TERAPIA

Existen muchas maneras de hacer psicoterapia, y ésta puede ser efectiva por una variedad de motivos diferentes. Al margen de la corriente, técnicas u orientación particular de cada psicólogo/a, existen una serie de cosas que puedes esperar de un buen/a terapeuta, y que harán más sencilla, fluida y efectiva tu terapia. No se trata de características rígidas ni estrictamente necesarias una por una, sino de una serie de ellas que te ayudarán a reconocer cuándo estás recibiendo una una terapia de mayor calidad. 


* Recibes información del procedimiento que vais a seguir, la etapa en la que estáis de la terapia, las técnicas o herramientas que podríais emplear y cuáles te aconseja en tu caso... Dejándote libertad de decidir, tras darte su opinión, sobre los métodos y técnicas terapéuticas.

* Si deseas conocer la orientación o corriente terapéutica que sigue tu terapeuta, puedes preguntarle y pedir la información que necesites. Existen distintas orientaciones eficaces, e incluso hay muchos terapeutas que son eclécticos y emplean herramientas, teorías o técnicas de corrientes diversas. 

* El/la terapeuta posee formación y experiencia en el problema o asunto que te trae a terapia. Si es un psicólogo/a titulado y colegiado, ya tendrá la formación general necesaria. Si buscas además que tenga experiencia o formación específica en tu problema, puedes pedirle su curriculum o preguntarle al respecto.

* Siempre es más eficiente una terapia en la que tu terapeuta te hace sentir cómodo/a y escuchada/o y notas que realmente trata de entenderte, sentir empatía y acompañarte emocionalmente. Es muy positivo que sientas que hace que te sea cada vez más fácil contarle cosas, por difíciles o angustiosas que sean.

* Tu terapeuta debería también, si es necesario, confrontarte con tus contradicciones, vivencias desagradables o emociones negativas que experimentes, siempre que resulte útil para tu proceso hacerlo. Es decir, a pesar de tratarte con respeto y comprensión, no evitará comentarte y/o aconsejarte profundizar en temas que puedan resultarte poco agradables o que tiendes a evitar, si sabe que es necesario incidir en ellos para tu progreso y beneficio.

* Es importante que sientas que, con el paso de las sesiones, vas viendo avances en áreas como tu manera de afrontar el problema, en tu autoestima, en tus emociones o pensamientos, en que disminuya el malestar, en tu nivel de bienestar o autonomía...

* Puede haber durante las sesiones algunos momentos de humor o de conversación relajada sobre temas cotidianos o ligeros, ya que finalmente esto siempre puede ser bueno para relajar el ambiente, mejorar la relación terapéutica...

* El/la terapeuta no se muestra asustado/a y nunca te "riñe",  aunque le cuentes cosas duras, complicadas o difíciles. Debería mantener el equilibrio emocional y no juzgarte ni criticarte; puede hacerte comentarios o expresarte sus emociones si es necesario, pero de manera siempre respetuosa. 

* Puede haber también de vez en cuando algunos momentos en que tu terapeuta cuente anécdotas o cosas de su vida que puedan ayudarte, aclarar tu situación, o impulsarte en tu proceso. Pero no debería comentarte cosas profundas o íntimas de sí mismo/a como norma general. Un cierto nivel de cercanía está bien, pero no tanta intimidad que se rompan el vínculo y los roles de paciente-terapeuta, ya que la terapia se vería afectada negativamente.

* El/la terapeuta se muestra comprensivo si te equivocas, si te sientes muy inseguro/a, si no das seguido todas sus pautas o si tienes algunas recaídas. Te ayuda a aclararte, ganar seguridad y te acompaña, sin "regañarte" o incomodarse. Te ofrece estabilidad emocional.

* El/la terapeuta debería tener paciencia con tus propios tiempos y ser comprensivo/a si te cuesta hablar de ciertos temas, emociones, recuerdos... Si no estás listo/a para hablar de ciertas cosas, debe comprenderlo, darte permiso para tomarte tu espacio y tiempo,  y no presionarte. Debería seguir él tu ritmo (no tú el suyo), animándote a ir un poco más allá cada vez pero sin que sientas presión o agobio.

* Si sentís que la terapia no avanza tras muchas sesiones, ya no estás cómodo/a en ella, o cualquier otro motivo importante, puedes hablarlo con franqueza y sugerirle que te recomiende o te derive a otro compañero/a que piense que te puede ayudar mejor, y debería hacerlo sin problema.

* No se alargará la terapia de manera innecesaria ni se creará dependencia del/la terapeuta, sino que se fomentará la autonomía y poco a poco tu psicóloga/o te irá dando autonomía para que sigas tu camino solo/a, que es el objetivo final de una terapia.





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