La escritura como terapia

La escritura puede resultar una maravillosa terapia para autoconocerse, expresar sentimientos y liberar emociones. Resulta además una forma excelente de sacar a la luz emociones ocultas y pensamientos desconocidos, inspiraciones geniales y recursos personales imprevisibles. La escritura, empleada de muchas formas diferentes, es una técnica de la que se sirven muchos trabajos de crecimiento personal y terapias psicológicas

Escribir es como sacar de nuestro interior emociones e ideas y colocarlas en el mundo exterior. Es materializar algo que es en principio inmaterial... y al ponerlo por escrito cobra vida. Pasa a ser algo real, concreto, externo. De esa forma, automáticamente se amplía nuestra perspectiva sobre el problema o la situación descrita, y se vuelve más sencillo comprenderlo, manejarlo y superarlo. Además, desarrolla la creatividad y calma la mente.

Cada cual puede escribir sobre lo que desee y como quiera, y podrá disfrutar de sus muchos beneficios. Aquí os dejo algunas maneras sencillas de empezar a utilizar la escritura como una herramienta de crecimiento personal y de sanación:


- LA LISTA

Se trataría de hacer una lista con tus miedos, preocupaciones, deseos... sacándolos todos fuera, plasmándolos en un papel sinceramente. Hazlo en primera persona, son tuyos y de nadie más y es bueno ser consciente de ello. Ahora, piensa alternativas realistas acerca de esas preocupaciones, miedos o deseos y anótalas junto a las anteriores. Afirmaciones productivas, objetivas y alcanzables.
"Yo tengo miedo de parecer tonto en mi nuevo trabajo / Estoy apenas empezando, y puedo aprender de mis errores y mejorar mucho cada día"
Puedes repetirlo las veces que necesites, cuantas más veces lo hagas, más se acostumbrará tu mente a complementar tus miedos y dudas con pensamientos alternativos positivos y realistas. Estarás creando un hábito útil para que automáticamente tu cerebro empiece a encontrar una o varias soluciones complementarias para cada problema o deseo que te vayas encontrando en tu vida.


- RELATA TU HISTORIA

Si te gusta escribir y te encuentras en un momento complicado o confuso, puedes empezar a escribir un pequeño relato (o una gran novela) sobre ti mismo/a y tu situación. Crea un alter ego y empieza a escribir sobre tu protagonista, en primera, segunda, o tercera persona. Todo está permitido. Mezcla imaginación y realidad, hazle dibujos, inventa lo que la gente piensa sobre tu personaje, ve a mundos fantásticos o novelescos para interpretar lo que ocurre, escribe varias  alternativas para los problemas de tu protagonista (o finales distintos, o un final abierto)..... Puedes elegir la época y el país que prefieras y empezar tu historia. Con estos ejercicios, a medida que se escribe se suelen poner en claro miedos profundos, patrones de conducta problemáticos, recursos personales escondidos... Suele resultar una herramienta de autoconocimiento muy creativa y divertida. A veces desvela deseos ocultos, barreras autoimpuestas, capacidades desconocidas... Tras repetir estos ejercicios, es probable que el cerebro empiece a enviarte en las horas o días siguientes nuevas ideas, soluciones o pensamientos acerca de lo que has escrito.


- ESCRIBE SOBRE TUS EMOCIONES. LIBÉRATE EN EL PAPEL

Simplemente hazte con unos cuantos folios o una libreta y desahógate escribiendo durante un rato. Empieza escribiendo cualquier cosa, lo primero que se te ocurra, y continúa con todo lo que vaya apareciendo. Anota cómo te sientes, qué piensas, qué necesitas... Escribe cuantos más folios mejor, libera todo lo que sientas (luego puedes tirar lo que escribiste si quieres). A medida que escribes, se van a ir liberando emociones negativas y disolviendo barreras que no te permitían ir más allá a conocer tus verdaderos sentimientos. Es muy útil para desahogarte, limpiar emociones escondidas y para sacar a la luz objetivos, miedos, relaciones nuevas entre pensamientos y emociones... 


- ESCRIBE A OTRAS PERSONAS: PADRES, EX PAREJA...

Estos ejercicios se realizan para liberarse de culpas, cerrar ciclos, pasar página de etapas pasadas, renunciar a hábitos inculcados en la familia... Se trata de coger un papel y escribir directamente a esa persona, como si fuésemos a enviarla la carta o estuviésemos hablándole en persona (sin llegar a hacerlo, es un ejercicio interno para nosotras/os mismas/os). Entonces se pueden escribir cosas como: "lo que rechazo de lo que ocurrió fue...", "lo que me ha sido valioso de lo que me has dado es...", "he aprendido de ello...", "valoro y entiendo que hiciste/haces eso por mi bien, pero a partir de hoy voy a hacer las cosas diferente... voy a dejar de querer complacer a todos anteponiéndoles a mis propias necesidades...". Se trata de hacer un balance honesto y sincero, en perspectiva, y reconocer en papel lo bueno y las buenas intenciones de esa persona, los aprendizajes de la situación... peor a la vez tomando una decisión consciente de cambiar algo en el futuro, o de cerrar una etapa y comenzar un nuevo aprendizaje, conservando lo positivo y lo bueno de lo aportado, pero renunciado y dejando ir lo que no nos sirve. Al acabar, se puede quemar o romper la carta, y repetirla las veces necesarias en días o semanas siguientes hasta que el cambio se empieza a hacer efectivo.


- EL FINAL FELIZ: HAZ COMO SI YA LO HUBIERAS CONSEGUIDO

Cuando tengas un objetivo o un sueño, puedes empezar a escribir lo que ocurriría y sentirías cuando ya estuviese cumplido. En presente y en primera persona, narra lo bien que te sientes ahora que ya tienes eso que querías, ahora que ya ha llegado el momento que esperabas. Recréate, hazlo real y vívido, no ahorres en detalles. Disfrútalo. Este ejercicio ayuda a suscitar emociones positivas, ilusión, sensaciones de éxito... y además dirige a tu mente directamente hacia la consecución de esas ideas o metas. Siempre que visualizas algo como si ya lo lograras, estás programando tu cerebro para encaminarse a esa meta de muchas maneras distintas y de manera inconsciente. Repítelo las veces que quieras y diviértete con las sensaciones que provoca.



Al fin y al cabo, a lo largo de toda la historia se ha cultivado el arte de la escritura en soledad, desde los más antiguos manuscritos y notas redactados a la luz de antiguas velas a los diarios de aventureros incansables. Desde los más ilustres escritores hasta el ser humano más común. Y como dicen que dijo Graham Greene:  "La escritura es una forma de terapia, a veces me pregunto cómo hacen todos los que no escriben, componen o pintan para escapar de la locura, melancolía, el pánico y el miedo que es inherente a las situaciones humanas."

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