LA TÉCNICA 10-10-10 PARA LA TOMA DE DECISIONES

A veces tenemos que trabajar en terapia con la toma de decisiones, y para ello, además de las estrategias y el trabajo terapéutico en la consulta, se pueden emplear técnicas como ésta, que suelen resultar útiles en un momento puntual. 

Esta estrategia en concreto es descrita por Suzy Welch, autora del libro ‘10 minutos, 10 meses, 10 años: una fórmula que transformará tu vida’ (Ediciones Alienta). En él, describe como con tan solo tres preguntas se puede conseguir que una decisión que parece muy intrincada y compleja vaya tomando una nueva perspectiva y claridad. Ella explica así en qué consiste su propuesta: “Cada vez que me veo en una situación donde no hay una solución a la vista que satisfaga a todos, me hago a mí misma estas tres preguntas: 
-¿Cuáles serán las consecuencias de mi decisión dentro de 10 minutos?
-¿Y dentro de 10 meses?
-¿Y en 10 años?."
De esta sencilla forma, lo que se consigue es tomar rápidamente distancia mental del problema presente, así como de las emociones más impulsivas que podrían estar condicionando la decisión: rabia, culpa, magnificar las consecuencias negativas o positivas inmediatas de cada una de las opciones, avaricia, satisfacción inmediata de una necesidad... También de esta manera estamos permitiendo al cerebro valorar nuestras metas, ideales y principios más a largo plazo, más profundos, respecto a las consecuencias inmediatas de tomar una u otra decisión. En ocasiones veremos que la decisión inicial era la mejor posible y que las consecuencias a largo plazo no son relevantes, y en otras vamos a concluir que es mejor tener en cuenta las consecuencias a más largo plazo y no dejarnos llevar por el impulso del momento. No se trata de una técnica absoluta o infalible, pero sí tiene un valor y una utilidad psicológica al permitir a la mente pararse, reflexionar, y valorar e imaginarse las consecuencias a corto, medio, y largo plazo, lo que amplía la capacidad de decisión y añade nuevos e importantes datos y aportes al proceso de decidir.

Para finalizar, ilustrando este método, os dejo ejemplo extraído del libro de la autora:

“Junto con su ajetreado trabajo, Natalie trata de estar muy presente en la vida de sus dos hijos y de su marido. Algunas veces debe tomar decisiones inesperadas. El tío de Natalie nunca fue una parte importante en su vida, pero cuando falleció, ella tuvo sentimientos encontrados acerca de asistir al funeral. Sabía que su presencia en el acto significaría mucho para sus padres y para el resto de sus parientes. Se organizó para marcharse pronto del trabajo, pero cuando iba a salir, su hijo le mandó un mensaje. Quien le tenía que llevar al entrenamiento de fútbol, le había fallado. Antes de que Natalie pudiera reaccionar, le llegó otro mensaje de su marido. ¿Podía sustituirle y llevar a su hijo pequeño al dentista? ´Adiós al funeral`, gimió frustrada. Y entonces se detuvo. ¿Por qué no hacer un 10-10-10 con el problema?

-En 10 minutos sabia que `No´ ir al funeral le haría la vida más fácil. 
-En 10 meses, se sentiría avergonzada; solo tenia una oportunidad para despedirse de su tío. 
-¿Y cuáles serían los efectos en 10 años? Según su lema: “una acción vale más que mil palabras”, si Natalie quería enseñar a sus hijos los valores del respeto y la responsabilidad, demostrarles que hay que ´estar` en los momentos importantes, antes tenía que demostrárselo a si misma. 
Le dijo a su hijo que no podía ayudarle y llamó al dentista para cancelar la cita. Habló con su marido para explicarle su elección. Éste mandó un correo electrónico a su jefe y decidió acompañarla al funeral”






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