EL PODER DEL SUBCONSCIENTE
La energía subconsciente es muy poderosa, y es neutra. Neutra significa que una persona, según como esté programada o habituada, dirigirá esa energía a pensamientos, tareas y actitudes o bien saludables, o bien negativas.
Cuando alguien desarrolla, por ejemplo, una manera enfermiza de pedir atención y afecto, puede repetir durante años hábitos realmente negativos, conflictivos y agotadores. Es su fuerza subconsciente buscando un buen propósito de una manera negativa. Si esta persona consigue comprender, y hacer la transformación, enseguida toda su fuerza se dedicará a buscar afecto y atención de maneras saludables y ricas, pacificadoras y llenas de energía positiva para su propia energía y sus relaciones. Si una persona gasta gran cantidad de energía subconsciente en esconder o tapar un trauma o algo que considera negativo de sí, esa energía deja de estar disponible para cualquier otra tarea, y se desperdicia en una lucha interna constante. Si esa persona afronta el conflicto, afronta el dolor... la energía se libera. Queda desde ahora disponible para crear, para vivir, para disfrutar, para amar... Si alguien está habituado a pensar en negativo, además de perder energía, atraerá a su vida conflictos, problemas de autoestima, carencias y emociones angustiosas. El mundo que se ha creado es algo amenazante, desesperanzador, la gente no es de fiar y ella misma no tiene mucho valor ni estima. Cuando aprende a usar esa energía para programarse en pensar de manera más brillante y creativa, su energía se autoregenera, el mundo se vuelve un lugar agradable, amistoso y lleno de posibilidades y de emociones y personas por descubrir, y ella misma ve su reflejo como algo hermoso, único y valioso.
Cuando alguien desarrolla, por ejemplo, una manera enfermiza de pedir atención y afecto, puede repetir durante años hábitos realmente negativos, conflictivos y agotadores. Es su fuerza subconsciente buscando un buen propósito de una manera negativa. Si esta persona consigue comprender, y hacer la transformación, enseguida toda su fuerza se dedicará a buscar afecto y atención de maneras saludables y ricas, pacificadoras y llenas de energía positiva para su propia energía y sus relaciones. Si una persona gasta gran cantidad de energía subconsciente en esconder o tapar un trauma o algo que considera negativo de sí, esa energía deja de estar disponible para cualquier otra tarea, y se desperdicia en una lucha interna constante. Si esa persona afronta el conflicto, afronta el dolor... la energía se libera. Queda desde ahora disponible para crear, para vivir, para disfrutar, para amar... Si alguien está habituado a pensar en negativo, además de perder energía, atraerá a su vida conflictos, problemas de autoestima, carencias y emociones angustiosas. El mundo que se ha creado es algo amenazante, desesperanzador, la gente no es de fiar y ella misma no tiene mucho valor ni estima. Cuando aprende a usar esa energía para programarse en pensar de manera más brillante y creativa, su energía se autoregenera, el mundo se vuelve un lugar agradable, amistoso y lleno de posibilidades y de emociones y personas por descubrir, y ella misma ve su reflejo como algo hermoso, único y valioso.
Cada cual puede reprogramarse, decidir en qué y cómo utilizar su energía subconsciente. Puede hacerlo cada minuto, cada momento. En este mismo minuto, cualquiera podría empezar si así lo decidiese. A veces se necesita ayuda, porque existe un condicionante poderoso y antiguo que nos impele a comportarnos así, y en ese caso antes necesitaremos tratar con esa vieja orden subconsciente antes de hacer el cambio. Cuando alguien decide cambiar pautas conflictivas, debe primero hacerse a la idea de que es él quien maneja su mente, y no al revés, retomando la sensación de estar en control y de tener el poder sobre su propia mente. Lo siguiente es tener muy claro hacia qué queremos dirigir ese poder: ser más seguro/a, conseguir una meta, tener relaciones armoniosas, quererse, tener paz interior... ya que si enviamos instrucciones poco claras, confusas o incoherentes la mente no captará la intención y el cambio posiblemente no se produzca. Luego, es necesario empezar a dar instrucciones al subconsciente: "mañana será un buen día", "todo me va a salir bien", "voy a pedir a los demás lo que necesito", "voy a ser feliz"... Se trata de tomar los mandos de una "maquinaria" llena de fuerza y energía, que estaba funcionando en piloto automático, y aprender a manejarla para ser felices y vivir en paz. La mente puede crearnos monstruos aterradores o defensores poderosos. Lo que nosotros/as le pidamos.
FÁBULA DEL ÁRBOL DE LOS DESEOS
Un viajero muy cansado se sienta bajo la sombra de un árbol,
sin imaginarse que iba a encontrar un árbol mágico: ‘El Árbol
que convierte en realidad los deseos’.
Sentado sobre la tierra dura, él pensaba que sería muy
agradable encontrarse en una cama mullida...
Al momento, esta cama apareció al lado suyo.
El hombre se acomoda, feliz, entre las sábanas, y duerme.
El hombre se acomoda, feliz, entre las sábanas, y duerme.
- Tengo hambre, -dice el hombre al despertar - y comer en este momento
sería con seguridad, una delicia.
Una mesa surgió, cargada con alimentos suculentos.
El hombre se alegró mucho. Come y bebe. Su cabeza se inclina
un poco. Sus párpados, por la acción del vino y la fatiga,
se cierran. Se dejó caer de nuevo en la cama, y pensaba
ahora en los maravillosos eventos de este extraordinario
día.
- Voy a dormir una hora o dos más -se dice él-. Lo peor sería
que un tigre pasara por aquí mientras duermo.
Un tigre aparece enseguida.
-¡OH, DIOS! Sería horrible si el tigre me atacase ahora.
Y el tigre le atacó.
Y el tigre le atacó.
Usted tiene en si mism@ un Árbol de deseos que espera sus órdenes.
Pero cuidado, él también puede realizar sus pensamientos negativos y sus temores. Puede contaminarse de ellos y bloquearse, y éste es el mecanismo de las preocupaciones. Yo le deseo, de todo corazón, una vida libre de preocupaciones, de pensamientos negativos y temores, a la sombra de su propio Árbol de los Deseos.
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