Características de la baja autoestima. ¿Cómo saber si tengo problemas de autoestima?

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos en base a las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Nos sentimos listos/as o tontos/as, capaces o incapaces, nos gustamos o no nos gustamos. Es nuestra opinión general acerca de si somos personas exitosas o no, de si somos capaces de hacer bien la mayoría de nuestras tareas y proyectos e incluso de qué tipo de vida vamos a tener.

Al hablar de baja autoestima, nos encontramos ante un problema que están en la base de muchos trastornos y psicológicos. Tener arraigados problemas de autoestima nos puede llevar a padecer problemas y trastornos en las relaciones y en los afectos durante toda la vida. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida, porque las personas que se sienten bien consigo mismas son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las responsabilidades que la vida les plantea. En general, las personas sin problemas de autoestima hacen más cosas: se relacionan más a menudo con otras personas, emprenden proyectos nuevos fácilmente, viajan más, realizan más actividades... debido a que no temen fracasar, y si lo hacen, no le dan demasiada importancia a ese fracaso y simplemente continúan adelante tratando de hacerlo mejor la próxima vez. 

Lo contrario ocurre con las personas con su autoestima dañada: les cuesta más empezar una actividad o proyecto por miedo al fracaso, o por falta de iniciativa. No es que la vida les ponga retos más difíciles a quienes tienen baja autoestima, si no que éstos no encuentran los recursos psicológicos necesarios en su interior para hacerles frente, y suelen autolimitarse y pensar en que van a hacer las cosas mal antes siquiera de intentarlo. 


¿Cómo saber si tenemos baja autoestima? 

(http://www.psicologia-online.com/)

La persona con baja autoestima mantiene un diálogo consigo misma que incluye pensamientos como:

*Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento: He fracasado una vez (en algo concreto); ¡Siempre fracasaré! (se interioriza como que fracasaré SIEMPRE en TODO).

*Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal en que sucedió: ¡Que torpe (soy)! en lugar de ¡Que movimiento más torpe he hecho ahora!

*Pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada. Se llevan las cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o negro.Lo hago bien o mal. No se aceptan ni se saben dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale para nada.

*Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, ¡Tendría que haberme dado cuenta! en lugar de ¡Debería haberme fijado en eso antes, pero no tenía forma de saberlo...! Lo intentaré hacer mejor ahora.

*Personalización: Suponemos que todo tiene que ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos los demás. ¡Tiene mala cara, qué le habré hecho!... No me ha saludado, si es que soy una aburrida, seguro que no me puede ni ver...

*Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti...sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.

*Falacias de control: Sientes que tienes una responsabilidad total con todo y con todos (todo lo malo que pasa cerca es culpa mía) , o bien sientes que no tienes control sobre nada, que eres una víctima desamparada (no puedo hacer nada, la vida es así).

*Razonamiento emocional: Si lo siento así es verdad. Como pensar "Si es que soy un inútil de verdad"; porque "sientes" que es así realmente.


Si te interesa realizar un breve cuestionario orientativo de autoestima, puedes hacerlo en el enlace: http://lugopsicologa.blogspot.com.es/2013/06/cuestionario-breve-de-autoestima.html.

Los problemas de autoestima tienen en general un buen pronóstico con una terapia adecuada, que no es compleja... aunque, como en todas las terapias, es imprescindible implicarse y mantenerla en el tiempo. También es posible mejorar la autoestima uno/a mismo/a, siguiendo unas pautas adecuadas y comenzando un cambio de pensamientos negativos para evitar las distorsiones y los sesgos cognitivos que mantienen la creencia de que uno/a no vale para nada.

Una vez sustituídos estos pensamientos negativos por otros más funcionales y reales, los afectos empiezan a cambiar automáticamente: las relaciones mejoran, se realizan cada vez más actividades, los pensamientos destructivos van desapareciendo, la autoestima se va recomponiendo y adaptándose a la realidad, y la vida en general se hace más fácil y relajada para estas personas.

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