Una mirada a la ansiedad y la evitación neurótica de la vida desde Jung y la psicología profunda
Cuando Carl Jung era un escolar de 12 años, fue empujado al suelo por otro niño, golpeándose la cabeza contra el pavimento y casi perdiendo el conocimiento. Al instante, aprovechó la oportunidad que le brindaba este ataque. "En el momento de recibir el golpe me cruzó un pensamiento como un rayo: ¡Ahora no tendrás que ir más a la escuela! Estaba sólo semiinconsciente y permanecí tendido algunos instantes más de lo necesario, principalmente a causa del sentimiento de venganza contra mi pérfido agresor." A partir de ese momento, Jung empezó a tener desmayos cada vez que volvía a clase o intentaba hacer los deberes. Durante seis meses, no asistió a la escuela. Sus padres, preocupados, consultaron a los médicos y lo enviaron a convalecer. Jung describió este periodo como “un picnic”. Sin embargo, por debajo de su vértigo, sentía que algo iba mal. Malgastaba el tiempo en vagabundear, leer, coleccionar y jugar. Sin embargo, no me sentía con ello más feliz, sino que me daba cuenta, d...