Las 11 creencias irracionales de Ellis
Albert Ellis fue un prestigioso psicólogo y terapeuta, y fue el creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Este método terapéutico intenta descubrir y modificar las irracionalidades de nuestros pensamientos para sanar las emociones dolorosas, erróneas o exageradas que nos hacen sufrir. Ellis parte de la hipótesis de que no son los acontecimientos los que nos generan los estados emocionales, es la manera de interpretarlos. Por tanto, si tenemos algún esquema disfuncional, nos damos cuenta de ello y somos capaces de cambiarlo, seremos capaces de generar estados emocionales menos dolorosos y más acordes con la realidad, más flexibles y realistas. Es destacable el tipo de lenguaje mental que tenemos al formular estas creencias o imperativos, porque se suelen usar palabras negativas o absolutas, y términos imperativos como: debo, tengo que, siempre, nunca, es terrible, todo, nada... ("Siempre debo ser perfecta", "Nunca puedo caerle mal a nadie, eso sería horrible"...), mientras que un pensamiento de tipo más sano resulta más flexible y permisivo: ("A veces caigo mal a la gente, pero creo que está bien que yo haga lo que creo mejor", "Intento normalmente hacer bien las cosas"...).
A partir de lo anterior, Ellis plantea once creencias irracionales las cuales se resumen de la siguiente manera:
1. Necesitas una constante aprobación de todos: "Es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa de la sociedad"
Exigir ser aprobada por todos, todo el tiempo, es una meta inalcanzable. Es imposible que una sea siempre agradable de cara a todos los demás, o que todo el mundo apruebe todo el tiempo nuestros actos. Intentar agradar a todos genera personas serviles, inseguras y con gran carga de ansiedad. Es agradable tener la aprobación general de personas significativas, pero no es necesario tenerla siempre. La aprobación más estable y más profunda debe provenir de una misma y no de los demás.
2. Debes ser fuerte en todos los aspectos: "Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles".
Nadie puede ser siempre competente y en todas las esferas de su vida. Exigirse el éxito total puede llevar al agotamiento y al fracaso. Intentar tener éxito está muy bien, pero el exigirse como una necesidad vital tener éxito lleva a sentirse incompetente y fracasado si algo no sale completamente bien. El trabajar bien o hacer las cosas correctamente es para uno mismo, y no para competir ni obtener aprobación de los demás. El fracaso es una ocasión de aprender, es algo natural y que nos ayuda a mejorar. Al fin y al cabo, no somos perfectos, somos humanos.
3. Piensas que la “maldad” es voluntaria y la gente debe ser culpabilizada por ser mala: "Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y que deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad".
Para Ellis, generalmente las personas actuamos sin una “maldad consciente”. La “maldad” es producto o de la ignorancia o de una alteración emocional, de no ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos o palabras. Considera que es positivo comprender el por qué la gente actúa como lo hace desde su punto de vista, y si hay una manera calmada de hacerle entender sus errores, practicarla. Resulta exasperante para quien juzga e injusto para quien recibe el juicio, condenar rápidamente a los demás por sus errores sin antes entender el contexto en que se dieron las circunstancias.
4. Debes obtener todo lo que te propongas: "Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen"
Es muy importante no considerar que todos nuestros deseos son necesidades esenciales, y que es terrible si no las satisfacemos todas ellas y durante todo el tiempo... Eso generará insatisfacción y estrés. Si nos vemos frustrados o privados de algo que deseamos, el sentirnos muy desdichados es sólo consecuencia de creer firme y erróneamente que nuestro deseo es una necesidad y un derecho fundamental que tenemos. Aceptar la realidad como es, es lo mejor. Si algo puede ser cambiado por ti, bien, hazlo; pero si no, acéptalo tal cual es.
5. Crees que tus emociones son como son y no se pueden cambiar: "La desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene poca capacidad o ninguna, de controlar sus penas y perturbaciones"
Para Ellis es equivocado afirmar que las emociones perturbadoras no se pueden cambiar y que sencillamente hay que padecerlas pasivamente. Este tipo de emociones son construcción de una misma y es bueno analizar y descubrir “los pensamientos y las frases ilógicas” que nos decimos y que alimentan las emociones, para modificar esas “verbalizaciones internas negativas” y luego transformar poco a poco las emociones.
6. Te preocupas siempre por lo malo que pueda pasar porque eso te ayuda a estar preparado: "Si algo es o puede ser peligroso o temible, se deberá sentir terriblemente inquieto por ello y deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra"
“Pre-ocuparse” (que significa ocuparse de algo antes de que ocurra) demasiado de que algo muy malo pueda pasar, no solamente no impide que ocurra, si no que además puede ayudar a su realización y causa gran ansiedad, malestar y nubla y confunde la mente al entrar en un estado de estrés. La mayoría de las preocupaciones diarias no las causan los peligros externos, si no la manera que tienes de hablarte a ti mismo. Tranquilízate mentalmente con palabras relajantes y animosas, y la preocupación irá desapareciendo y la mente se aclarará y podrá afrontar la vida con más ánimo y optimismo.
7. Vives evitando siempre las tareas difíciles y las responsabilidades: "Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades en la vida"
Realizar alguna tarea o trabajo “difícil”, proponerse como meta un objetivo complejo y a largo plazo requiere mucho esfuerzo, pero da también mucha satisfacción personal. Un individuo sano y racional acepta la vida con lo que ésta conlleva de dificultades, y el descansar o evitar siempre todos los problemas sólo sirve para agradarlos o posponerlos, generando posiblemente ansiedad o depresión.
8. Sientes que es necesario siempre tener a alguien de quien depender: "Se debe depender de los demás y se necesita a alguien más fuerte en quien confiar"
En una relación sana con los demás, la ayuda se da y se recibe recíprocamente. El problema aquí es cuando la dependencia de los demás causa que otras personas comienzan a decidir y pensar por nosotros. Es preferible equivocarse por una elección propia que dejar que otros decidan nuestra vida. Y es sano también que aceptes la ayuda de los demás cuando sea necesaria.
9. Crees que hay que dejar todo el pasado atrás: "La historia pasada de uno es un determinante decisivo de la conducta actual, y que algo que le ocurrió alguna vez y le conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente"
El pasado siempre será determinante en como somos, pero a veces nos limita mucho en nuestra vida. El pasado puede volverse una excusa frecuente para no crecer y mejorar. En lugar de realizar los mismos comportamientos del pasado de forma robótica, será bueno parar y desafiar esos comportamientos activamente. Y en vez de rebelarte con rencor contra las influencias pasadas, será mejor desafiar y rebelarte contra tus ideas adquiridas que sean perjudiciales.
10. Sabes qué es lo mejor para los otros y vas a procurar cambiar a la gente para que mejoren: "Uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y las perturbaciones de los demás"
Tu vida cambiará a mejor cuando aprendas a aceptar que no te corresponde cambiar la forma de ser de las demás personas. Es algo que los demás deben desear hacer, y solo debemos intervenir hasta el punto que la otra persona lo pida y lo desee. Ellis observó que apropiarnos de los problemas de otros puede ser un pretexto para no encarar nuestros problemas personales. El respeto por las decisiones y forma de ser de los otros resulta de grandísima importancia para tener vínculos sanos con los demás.
11. Buscas la perfección en todo: "Invariablemente existe una solución precisa, correcta y perfecta para los problemas humanos, y que si esta solución perfecta no se encuentra sobreviene la catástrofe"
Hablarse en términos de certezas o verdades absolutas nunca es conveniente para el ser humano, porque el mundo es "imperfecto", cambiante, variable. Nunca va a adaptarse 100% a lo que un ser humano crea que debe ser el mundo ideal. No existen las soluciones totalmente perfectas, si no unas más apropiadas que otras en determinadas situaciones. No hay formas perfectas de hacer las cosas, pero hay miles de maneras buenas de hacer cada tarea, y con ello es suficiente para aceptar el mundo y vivir en equilibrio emocional y mental.
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