Qué es la baja autoestima. Indicadores de la existencia de problemas de autoestima.
Nos encontramos ante una de las principales causas de muchos
trastornos psicológicos. Tener problemas sin resolver con nuestra autoestima
nos puede llevar a padecer problemas en las relaciones y en los afectos durante
toda la vida.
No es que la vida les ponga retos más difíciles a quienes tienen baja autoestima, si no que éstos no encuentran o no poseen los recursos psicológicos necesarios en su interior para hacerles frente, y suelen autolimitarse y fracasar. Y al fracasar se derrumban, se avergüenzan, se deprimen, les invade la ansiedad, se critican duramente, se aíslan o se paralizan. Y estos sentimientos duelen mucho, van minando a la persona y dañando sus sentimientos y su alma. Y realmente no merecen sufrir así ni es necesario que lo hagan.
*Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal en que sucedió:
La autoestima es la valoración que hacemos de
nosotros mismos/as. Es como la cartilla de notas que nos ponemos tras
evaluarnos en todos los ámbitos (familia, pareja, trabajo, ocio,físico...).
Nos sentimos listos/as o tontos/as, capaces o incapaces, nos gustamos o no nos
gustamos. Y al final nos damos un veredicto: me gusto o no me gusto. Y si el
veredicto es que no me gusto, que me creo peor que los demás, que no sé hacer
nada... eso va a ir marcando cada cosa que piense, sienta, haga y diga a lo
largo del día.
Esta autovaloración es muy importante también para la salud
mental, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro
potencial personal y nuestros logros en la vida. Las personas que se sienten bien consigo
mismas siempre suelen ser capaces de enfrentarse y resolver los retos y las
responsabilidades que la vida les plantea. Y lo que es más importante: en caso
de no poder resolverlos no se torturan y se paralizan por ello, si no que se
encogen de hombros, piensan "la próxima vez me saldrá bien" y siguen
adelante.
No es que la vida les ponga retos más difíciles a quienes tienen baja autoestima, si no que éstos no encuentran o no poseen los recursos psicológicos necesarios en su interior para hacerles frente, y suelen autolimitarse y fracasar. Y al fracasar se derrumban, se avergüenzan, se deprimen, les invade la ansiedad, se critican duramente, se aíslan o se paralizan. Y estos sentimientos duelen mucho, van minando a la persona y dañando sus sentimientos y su alma. Y realmente no merecen sufrir así ni es necesario que lo hagan.
¿Cómo
saber si tenemos baja autoestima?
Fuente:
(http://www.psicologia-online.com/)
La
persona con baja autoestima mantiene
un diálogo consigo misma que incluye pensamientos distorsionados y muy
arraigados en el inconsciente. Son ideas que saltan automáticamente ante los
"fracasos", o ante la idea de que no se han hecho las cosas todo lo
bien que se debería. SIn darse cuenta la persona, aparecen como de la nada y
son asumidos como verdades absolutas y que nunca cambiarán. Este
tipo de pensamiento es un tema muy estudiado en psicología, y se sabe muy bien
que se trata de pensamientos IRRACIONALES, es decir, que son mentira.
Son
ideas que no se corresponden con la realidad y que no resisten nunca un
análisis lógico y detenido. Sin embargo permanecen dentro de la persona por
distintos motivos y causas que hay que analizar y solucionar.
Son
pensamientos e ideas como las siguientes:
*Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado
se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento:
He fracasado una vez (en algo concreto); !Siempre fracasaré! (se interioriza
como que fracasaré en todo y se va con esa idea por la vida las 24 horas).
*Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal en que sucedió:
!Que torpe estoy (se
transforma en un: soy siempre un/a torpe y un/a inútil)!.
*Pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada. Se
llevan las cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o
negro. Estás conmigo o contra mí. Lo hago bien o mal. No se aceptan ni se saben
dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale.
*Autoacusación: Uno se encuentra culpable de
todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
*Personalización: Suponemos que todo tiene que
ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos los demás. !Tiene mala cara, qué le habré
hecho!.
*Lectura del pensamiento: das por hecho que no le
interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti... sin
evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas muy
simples y no comprobables pero que se asumen como una verdad absoluta.
*Falacias de control: Sientes que tienes una
responsabilidad total con todo y con todos, que todo depende de tí para salir
bien o mal y sin tí nada puede funcionar a tu alrededor, sin tu opinión o tu
participación directa. O bien sientes que no tienes control sobre nada, que
eres una víctima desamparada y que hagas lo que hagas nunca conseguirás cambiar
nada de tu vida.
*Razonamiento emocional: "Si
lo siento así, es verdad". Nos sentimos solos , sin amigos y creemos que
este sentimiento refleja la realidad sin parar a contrastarlo con otros
momentos y experiencias. "Soy un inútil de verdad"; porque
"siento" que es así realmente.
Los problemas de autoestima tienen en general un muy buen
pronóstico con una terapia adecuada, que no es compleja. Eso sí, como en todas
las terapias, es imprescindible implicarse y mantenerla en el tiempo.
También es posible mejorar la autoestima uno/a mismo/a sin ayuda
profesional si se tiene la suficiente constancia y autocontrol, siempre que se
sigan unas pautas adecuadas y comenzando un cambio de pensamientos negativos,
para evitar las distorsiones y los sesgos cognitivos que mantienen la creencia
de que uno/a no vale para nada. Una vez sustituídos estos pensamientos negativos por otros más
funcionales y reales, los afectos y emociones empiezan a cambiar
automáticamente, las relaciones mejoran, la autoestima se va recomponiendo y
adaptándose a la realidad, y la vida en general se hace más alegre, fácil y
relajada. Al mismo tiempo, al interiorizar la persona su valía y quererse a sí
misma, reflejará una actitud mucho más atrayente para su entorno, más
agradable. Por lo que al mejorar la autoestima mejoran también las relaciones
personales y la perspectiva que se tiene del mundo y de la vida en general.
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