La meditación y sus beneficios
Si
nos paramos a pensarlo, veremos que nuestras mentes de personas adultas
(al contrario que las de los niños/as) rara vez están en el aquí y
ahora, si no que están concentradas en el pasado o en el futuro: nos
pasamos gran parte del día pensando en antiguas situaciones
desagradables o agradables que revivimos constantemente, o en lo que
tenemos que hacer dentro de un rato o al día siguiente, sin percibir con
plenitud lo que estamos haciendo y viviendo AHORA.
Tal
vez el principal beneficio que la meditación regular tiene es
incrementar nuestra capacidad para vivir en el momento presente y
centrar la atención en cada instante que vivimos.
Cuando
meditamos nos liberamos de la respuesta de “luchar o huir” (asociada
con la ira o la ansiedad) y nos hundimos en la respuesta de relajación:
respiración lenta, ritmo cardiaco y presión sanguínea regulada,
relajación muscular.
En
resumen, nuestra tensión se evapora cuando nos calmamos, nos serenamos,
nos desconectamos durante nuestra sesión de meditación. Durante
la meditación se producen cambios en la actividad de las ondas
cerebrales que son bastantes diferentes a las pautas de simplemente
descansar o dormir.
Las personas pasamos la mayor parte de nuestra vida diaria funcionando en la longitud de onda Beta. Beta
es nuestra mente cotidiana, asociada con pensar, planificar, hacer,
concentrarse, resolver problemas y generalmente centrarse en el mundo
externo y satisfacer sus exigencias. El
estado Beta no es un estado particularmente desagradable o incómodo,
siempre que no lo mantengamos en un nivel muy elevado durante mucho
tiempo.
Cuando nos relajamos, nuestras ondas cerebrales disminuyen la velocidad hasta la frecuencia menor que llamamos Alfa, que se experimenta como sentimientos de bienestar y relajación, de no estar sometido/a a presión. Si disminuimos la velocidad aún más que en Alfa (debajo de 7Hz) entramos en la onda de longitud Theta, el estado semidormido o de sueño.Cuando estamos en un sueño profundo y sin actividad onírica nuestras ondas cerebrales han disminuido la velocidad hasta 0,5 y 4 Hz, que es la amplitud Delta. Alfa es el estado de conciencia más agradable. De hecho, ha sido vinculado al estar despierto, aunque en un cuerpo dormido. En otras palabras, una combinación de mente serena, despejada, libre de tensión, y un cuerpo que esta totalmente relajado .Es este estado Alfa el que es facilitado por la meditación y que a veces se menciona como el espacio meditativo.Y es en este espacio Alfa que la tensión se evapora, las baterías se recargan, los estragos de la tensión cotidiana son reparados y experimentamos una sensación de individualidad y de bienestar, de estar absolutamente bien con el mundo.
• Relajación física.
La meditación implica un permitir, un dejar pasar, una capacidad progresiva para renunciar a la tensión física y mental, la meditación reeduca el cuerpo, eliminando los malos hábitos de la tensión física y los sobreesfuerzos innecesarios que solemos asumir desde una etapa excesivamente temprana de la vida, además de procurar una mayor consciencia corporal. relajarla. • Más consciencia sobre los procesos del pensamiento. La persona es consciente de sus pensamientos, pero sin estar atado a ellos. De este modo, las ideas ingratas no consiguen preocupar, inquietar o perturbar tanto la mente del meditador. • Tranquilidad creciente y capacidad para superar el estrés. Al igual que los pensamientos dejan de tener poder para dominar al meditador, lo mismo sucede con las emociones. La persona puede sentir tristeza o enfado, pero tal y como sucede con las ideas, esas emociones se mantienen a una considerable distancia del meditador, el cual, a pesar de ellas, experimenta una poderosa sensación de paz y tranquilidad interior. • Desarrollo de la consciencia. La consciencia consiste en la capacidad para darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, y de desviar la atención de una cosa a otra tan pronto como hace su aparición, en lugar de distraerse con los pensamientos y diálogos interiores de cada día, como si estuviésemos soñando despiertos. • Fomento de la autocomprensión. • Desarrollo del pensamiento creativo.
La
creatividad implica acceder o abrirse a los niveles inconscientes de la
mente, donde nacen los pensamientos originales. Cuanto más sosegada
esté la mente consciente, más capaces seremos de alcanzar dichos
niveles.
• Desarrollo de la memoria.
El ejercicio y desarrollo de la consciencia también contribuye a
potenciar la memoria. En este sentido, no conseguiremos recordar las
cosas con regularidad a menos que seamos plenamente conscientes de
ellas.
• Fomento del desarrollo espiritual. No hace falta ser religioso o estar interesado en la religión para reconocer el valor intrínseco de la meditación, a pesar de que, en muchas de las tradiciones religiosas del mundo, ésta es inseparable del desarrollo espiritual.
Habitualmente, los meditadores se sienten
más tranquilos y menos propensos a la ansiedad y a las emociones
negativas, así como más capacitados para afrontar los desafíos y las
tensiones propias de la vida.La meditación no es algo que
sólo se pueda hacer sentado en un almohadón con las piernas cruzadas,
sino que también se puede meditar de pie, tumbado o sentado en una
silla. El estado mental es mucho más importante que la posición del
cuerpo, y siempre que consigamos centrarnos en la respiración profunda y
relajar nuestra mente hasta liberarla de sus preocupaciones y centrarla
en el momento presente, estaremos practicando meditación. Lo cierto es que uno no sabe los beneficios que tiene esta práctica hasta que empieza a realizarla, así que os animo a comenzarla poco a poco, notaréis sutiles y progresivos cambios mentales, corporales y
espirituales desde el primer día.
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